Mantén tu piscina desinfectada con la cloración salina
Artículo revisado por el Comité
Mantén tu piscina desinfectada y perfecta sin necesidad de añadir pastillas de cloro. Evita irritaciones en mucosas, ojos y piel que puede producir el producto químico.
¿Cómo funciona la electrólisis salina?
La electrólisis o cloración salina trata de fabricar en la propia piscina, el cloro necesario para la desinfección partiendo de la materia prima la sal común o cloruro sódico.
Funciona diluyendo una pequeña cantidad de sal de aproximadamente 5 gramos por litro, esta cantidad de sal es prácticamente imperceptible por el bañista (el agua de mar es 6 veces superior) dentro del agua de la piscina al instalar el clorador salino. Después únicamente deberán efectuarse reposiciones de sal según la pérdida de agua durante los lavados del filtro.
Se hace pasar esta agua, ligeramente salada, por unas láminas de titanio (electrodos) que, previamente, se ha intercalado en las tuberías de retorno del sistema de depuración de la piscina. Éstas poseen aleaciones de platino, plata, rodio y otros metales que ofrecen una mejor conductividad. Cuando el agua salada pasa por los electrodos, la sal (cloruro sódico) se convierte en un desinfectante activo, el hipoclorito sódico, que destruye algas, bacterias y hongos. Este desinfectante se reconvierte en sal, volviendo de esta forma a renovarse el ciclo sin que se produzcan pérdidas de este elemento natural.
Este sistema puede aplicarse a cualquier tipo de piscina o spa y también en balnearios, parques acuáticos, lagos, puertos deportivos… Es decir, para cualquier lugar en el que exista la necesidad de una instalación con circuito de depuración.
La producción de cloro depende de varios factores:
- el pH,
- la temperatura del agua,
- la concentración de sal en el agua,
- la estabilidad de la corriente de la red.
Ventajas y beneficios para nuestra salud
- Ahorro de compuestos químicos derivados del cloro. Ahorro económico reducidos a menos de la quinta parte.
- Los productos convencionales clorados son altamente oxidantes y generan altos niveles de corrosión que deterioran las salas técnicas de piscina.
- Mayor seguridad al evitar el riesgo que los niños toquen o manipulen las pastillas o restos de derivados de cloro granulado de los skimmers.
- Ahorro en trabajos y tiempo de mantenimiento. Únicamente es necesario limpiar los electrodos para asegurar un correcto funcionamiento del equipo.
La sal es un antiséptico suave y natural a nuestra piel, ojos y nariz.
- Evitamos las irritaciones producidas por los productos químicos.
- No reseca la piel ni el caballo.
- Eliminamos el desagradable olor y sabor tradicional del cloro.
- Evitamos decoloraciones prematuras de sus prendas de baño.
- Evitamos el vaciado de nuestra piscina a causa del exceso de ácido cianúrico, componente presente en pastillas de cloro habitual.
- Económico, un consumo equivalente a una bombilla y sin necesidad de vaciar la piscina.
- Respeto y protección del Medio Ambiente porque reciclamos todos los elementos.
Desventajas
- El agua de la piscina está ligeramente salada, 4-6 grs por litro de agua,
- Incrementa el nivel del pH,
- Necesita aporte de sal gradualmente,
Recomendaciones
Uno de los factores más importante de la electrolisis es el ph. Es recomendable la instalación de un regulador de ph y dosificador de ácido para tener ajustado y controlado el ph automáticamente para que mantenga siempre un valor cercano a 7,2 mg/l de ph, el nivel óptimo para la desinfección.
Una vez que se han instalado el equipo se tiene que comprobar que el filtro esté limpio al 100%, y que la piscina y la instalación no tengan cobre, hierro y algas. Se debe equilibrar el agua de la piscina, comprobando que el pH sea 7.2-7-6, que la alcalinidad total sea 60-120 ppm. Realizar un tratamiento de choque con cloro (llevar el nivel de cloro a 3 ppm).
Antecedentes de la tecnología
La electrolisis de cloruro sódico (sal) para la fabricación de hipoclorito sódico in situ es uno de los procesos electroquímicos más antiguos de la industria química. La fabricación de hipoclorito sódico comenzó a tomar fuerza con dos aplicaciones industriales, donde como materia prima se utilizaba el agua de mar (materia prima a coste cero).
Uno de ellas era el tratamiento de los circuitos de refrigeración de las plantas eléctricas cercanas al mar y otra los circuitos de refrigeración de grandes buques transoceánicos. En ambos casos, los circuitos, quedaban a medio plazo colapsados por el crecimiento de algas, moluscos y otros organismos marinos. El mantenimiento de 1 a 10 ppm de hipoclorito en el circuito mediante la electrolisis salina de agua de mar evita de forma efectiva el crecimiento de estos organismos.
Usos posteriores que se han establecido han sido la electrolisis salina en grandes lavanderías u en el tratamiento de aguas residuales (eliminación de materia orgánica y toxicidad), destrucción de colorantes en la industria textil, tratamiento de torres de enfriamiento, centros hospitalarios, industrias, alimentarias, piscifactorías, piscinas y fuentes.