Pasos a seguir para que la invernación de tu piscina sea la adecuada
Artículo revisado por el Comité
La invernación de la piscina es un proceso importante que no debemos dejar pasar. Si la hacemos correctamente, nuestra instalación no sufrirá daños durante los meses de invierno.
Con el frío a las puertas, la piscina debe prepararse para afrontar las inclemencias meteorológicas de esta gélida estación para que, el próximo verano, podamos seguir disfrutando de ella con la familia y los amigos.
La invernación de la piscina, que es como se denomina el proceso mediante el cual se prepara a esta instalación para pasar el invierno, es un paso necesario para evitar que las heladas y las lluvias causen problemas en nuestra piscina, como filtraciones, grietas, etc. En función de las tareas que realicemos para poner a punto la piscina para el invierno hablaremos de una invernación activa o pasiva. Como veremos, la diferencia entre ambas estriba en si continuamos con las tareas habituales de mantenimiento o si nos olvidamos de la piscina hasta la primavera. Veamos en qué consisten ambas.
Invernación activa
Tal y como hemos adelantado, se trataría de continuar realizando los trabajos de mantenimiento que la piscina necesita también durante los meses de invierno. Es decir, tendremos que seguir limpiando el agua de la piscina de manera manual, recogiendo las hojas y los restos de polvo y suciedad que el viento invernal deposite en su superficie, a no ser que dispongamos de una cubierta o protector para piscina que impida que estos objetos ensucien el agua.
Si es normal que los meses de frío se produzcan heladas, tendremos que introducir unos flotadores o bidones de plástico en el agua para que el movimiento de estos impida que el agua se congele, lo que podría afectar a las paredes de la piscina, que se agrietarían. También es importante que cerremos los skimmers y la válvula del limpiafondos, y abramos la del sumidero.
Por supuesto, no nos podemos olvidar de revisar de manera periódica el buen funcionamiento de todas las instalaciones de la piscina: motor, filtro, etc.
Invernación pasiva
A diferencia del tratamiento anterior, al principio de la estación realizaremos una serie de trabajos para preparar la piscina para el invierno con el objetivo de no realizar ninguna tarea adicional hasta la llegada de la primavera. Antes de ponernos a ello, tendremos que efectuar una profunda limpieza de la piscina, para retirar las hojas y los restos de suciedad.
Una vez tengamos la piscina limpia, es menester que vaciemos un poco la cantidad de agua si esta permanece al aire libre. Bastará con unos centímetros. Así, en caso de fuertes lluvias, evitaremos que el agua rebose.
Después, pondremos los tapones de invierno en los skimmers para que no entre agua por estos conductos y se quede estancada en las tuberías.
Como no vamos a realizar ninguna tarea de mantenimiento ni de control de los niveles del agua, tendremos que verter un producto específico de invernaje que encontraremos en cualquier comercio especializado en piscina. Podemos encontrar dosificadores que flotan en el agua y que contienen alguicidas, floculantes y desinfectantes que permiten conservar el agua limpia todo el invierno.
Acto seguido, cerraremos las válvulas y desenchufaremos las instalaciones eléctricas. Finalmente, colocaremos flotadores o bidones en el agua para impedir que el frío y las heladas puedan congelar el agua y agrieten las paredes. Después, si disponemos de un protector o cubierta, taparemos completamente la piscina hasta la primavera.