Reglas a seguir para el cierre de la piscina
Artículo revisado por el Comité
La invernación consiste en una serie de operaciones básicas que permiten conservar el agua para poder utilizarla en las estaciones siguientes, a la par que preservan la estructura de posibles deterioros.
La primera fase consiste en una limpieza precisa del fondo de la piscina con la aspiradora de lodos, retirando los restos de la superficie con la red para recoger hojas.
Esta primera fase bastará para convencerte de vaciar la piscina y llenarla la próxima temporada, pero es importante no dejar vacía la piscina durante el invierno, ya que la ausencia de agua altera el equilibrio de fuerzas que actúan sobre la estructura de la misma, pudiendo generarse una grieta en dicha estructura por la presión del terreno.
Además, la ausencia de agua desgasta el revestimiento innecesariamente y la infiltración puede causar manchas y mohos difíciles de eliminar.
A la limpieza del agua deberá seguir el lavado de algunas partes del sistema de filtrado, muy propensos a la suciedad: el cesto del skimmer, las rejillas del rebosadero y el prefiltro de bomba.
Si la piscina está ubicada en una zona donde corre el riesgo de sufrir heladas invernales, será necesario bajar el nivel del agua por debajo del skimmer, vaciando las conducciones, el filtro y la bomba para evitar que el agua congelada deforme y estropee el sistema.
Este proceso debe llevarse a cabo sólo cuando terminemos todas las fases de invernación descritas.
La tercera fase de la invernación consiste en un control de los niveles de pH, de tal modo que éste oscile entre el 7,2 y el 7,6.
Ajustado el pH, es recomendable llevar a cabo un lavado a contracorriente del filtro, y una cloración posterior para eliminar los elementos contaminantes que enturbian el agua, provocan olores o favorecen la proliferación de algas.
Cuando se termine la cloración, el sistema tiene que estar en circulación durante 24 horas aproximadamente.
El producto químico específico para preservar el agua es el anti algas, que elimina y previene la formación de algas y sedimentos orgánicos en las paredes.
Se trata de un producto muy concentrado que es posible verter en el skimmer, en el tanque de reposo, en el dosificador automático o en el dosificador flotante.
Una vez que ha llegado el invierno, se puede proceder al aislamiento del filtro del sistema de circulación. La cubierta de la piscina, con una lona de polietileno trenzado, representa la última fase del proceso de cierre de la piscina.