Personas con discapacidad en las piscinas cubiertas

En las piscinas cubiertas también es usual ver a muchos usuarios con alguna discapacidad, para lo cual todos los recintos deberían estar preparados para favorecer el acceso a estas personas. Para unas instalaciones adecuadas conviene fijarse en las siguientes condiciones y recomendaciones:

• Accesos: todas las entradas y salidas deben tener un fácil acceso desde el exterior para personas con movilidad reducida. No puede haber un escalón en la entrada y, si lo hay, habrá una alternativa, que suele ser una rampa horizontal o con una pendiente máxima del 2%. Las puertas que haya en el recinto deben tener la anchura suficiente como para que pueda acceder sin problemas una persona en silla de ruedas.
• Manejo interior: cualquier teléfono, interruptor, timbre o similar será de fácil acceso y estará situado a una altura entre 0,80 y 1,20 metros.
• Recepción: el mostrador ubicado en la recepción del edificio permitirá la fácil aproximación de usuarios en silla de ruedas, teniendo una altura adecuada para que estas personas puedan comunicarse sin dificultad con la persona que está al otro lado.
• Perro guía: aunque en todos los recintos está prohibida la entrada de animales, se hace una excepción con las personas invidentes, ya que éstas pueden acudir acompañadas de sus perros guías.
• Grúas o sillas elevadoras: las piscinas, o al menos una de ellas, deben estar equipadas con alguno de estos elementos, ya que son medios imprescindibles para que las personas con discapacidad física puedan entrar en el agua.

Además de todas estas condiciones, es recomendable también que algún miembro del personal del recinto cumpla los requisitos necesarios para atender a personas con discapacidades físicas o mentales, como tener la fuerza suficiente para ayudar a una persona a subir o bajar de su silla de ruedas.