Instala un sistema contracorriente y entrena en tu propia piscina
Artículo revisado por el Comité
Ya que dispones de piscina, lo ideal sería que también te sirva para mantenerte en forma. El tamaño ya no es un impedimento para hacerlo con los nuevos sistemas de natación contracorriente, especialmente diseñados para espacios reducidos.
Ya que dispones de piscina, lo ideal sería que también te sirva para mantenerte en forma. El tamaño ya no es un impedimento para hacerlo con los nuevos sistemas de natación contracorriente, especialmente diseñados para espacios reducidos.
Como su propio nombre indica, un sistema de natación contracorriente es un aparato que se instala en las piscinas y que, mediante un chorro de agua, genera una fuerza en el sentido opuesto al de nuestro nado. Esta resistencia que debemos superar es la que consigue que, sin movernos del sitio, estemos haciendo el mismo ejercicio físico que si estuviésemos nadando realmente. Dependiendo de la potencia y número de chorros se regula la intensidad del entrenamiento que deseamos hacer (hay prototipos para uso profesional).
Estos pequeños aparatos tienen una instalación bastante sencilla. En las piscinas que están construyéndose, se habilita un hueco donde va empotrado el dispositivo, de manera que no ocupa espacio. Para piscinas acabadas, hay que hacer una pequeña obra para encajarlo. También hay modelos, llamados "de mochila", que incluyen todos los accesorios necesarios para el funcionamiento del sistema y se colocan sobre la estructura de la piscina, sin necesidad de reforma. Estos últimos no gozan de buena reputación entre los especialistas que los consideran demasiado aparatosos y de no muy buena calidad.
Este mecanismo nos permite practicar uno de los deportes más completos y saludables, pero es además una inversión que puede proporcionarnos más beneficios complementarios: en gimnasia de rehabilitación, estimulación del riego sanguíneo, alivio de problemas musculares, mejora de la postura corporal, del desarrollo psicomotor o en la estimulación muscular. Cuenta con accesorios específicos como, por ejemplo, una "manguera" de masajes con una caída de agua de efecto relajante. Existen, incluso, algunos modelos con mayor intensidad que pueden llegar a simular prácticas de las llamadas de "riesgo".
Foto: Sam