El secreto para mantener el mosaico de tu piscina como el primer día

En la fase de planificación de una piscina, ya sea de interior o al aire libre, una de las decisiones más importantes es la que se refiere a la elección del recubrimiento. No es sólo una opción técnica, sino también estética, gracias a la amplia variedad de materiales que se ofrecen, muy distintos entre ellos. En los últimos años, en vez de utilizar pintura o PVC, se está ampliando el uso de azulejos (de cerámico o de barro) para decorar piscina, así como mosaicos y gres. Estos tipos de materiales permiten crear combinaciones únicas y también ofrecen una gran resistencia, siempre y cuando se preste atención a su mantenimiento. En Piscinas.com te traemos algunos consejos para mantener siempre en perfectas condiciones tu piscina realizada con mosaicos o gres.

La realización

El primer paso para conseguir resultados finales que perduren en el tiempo es la búsqueda de información especializada en la industria para que no haya sorpresas durante la fase de construcción y recibir ayuda en caso de necesitarla. Tanto los azulejos como los mosaicos deben estar pegados de forma impecable en la parte inferior de la piscina, siempre utilizando productos específicos y de calidad. En general, se recomienda el uso de este tipo de recubrimientos en zonas de clima templado y en las zonas donde el suelo es estable. Si recubrimos suelos de piscinas con este tipo de materiales en zonas frías e inestables se puede poner en peligro la fuerza de los azulejos, provocando el desprendimiento de éstos.

El mantenimiento

En general, los profesionales que se dedican a este tipo de recubrimientos afirman que gracias a la resistencia de estos materiales no es necesario llevar a cabo un mantenimiento específico. Sobre todo si la fase de ejecución ha sido correcta, los azulejos y mosaicos no precisarán de un mantenimiento exclusivo, únicamente necesitarán que se realice periódicamente una buena limpieza rutinaria.

Para poder limpiar el revestimiento es necesario vaciar por completo la piscina. En el caso de que los azulejos no muestren ningún problema en particular, podría ser útil pasar un paño húmedo sobre las baldosas, con el objetivo de tener un brillo renovado. Para las piscinas con mosaico de vidrio, puede utilizar productos de limpieza convencionales (excepto los que contengan ácido fluorhídrico, ácido fosfórico o detergentes alcalinos), asegurándose de enjuagarlo todo debidamente con agua. Normalmente, el problema más común es el de la piedra caliza, para este caso concreto se recomienda un limpiador ácido.

Para mantener la estabilidad del recubrimiento se requiere un tratamiento cuidadoso del agua. El hecho de tener el pH bajo, de hecho, facilita la creación de moho, y sobre todo las algas negras pueden adherirse a las juntas de los azulejos. Si usted se encuentra en esta situación, limpiar con detergente no le servirá de nada, deberá llevar a cabo un tratamiento de choque para estabilizar los niveles del agua o los valores de pH de acidez o alcalinidad.

No vacíe la piscina

La masa de agua de una piscina tiene la función de regulador térmico, evitando variaciones bruscas de temperatura. Sin embargo, puede suceder que algunas piezas del revestimiento se suelten debido a un mal estado del agua o de pequeños desajustes de la estructura. En este caso, una vez que la piscina esté vacía, es necesario pegar las baldosas de nuevo con uno de los productos disponibles en el mercado adecuados para este tipo de materiales.

Otra recomendación importante es no quitar el agua del sistema durante una temporada. Esto podría causar cambios demasiado rápidos de temperatura y daños en la estructura debido a las presiones procedentes de la tierra.  

El mejor consejo es vaciar el depósito durante unos días para realizar un mantenimiento de rutina y después volver a llenarla de agua. Es recomendable proteger la piscina con un cobertor.