Las piscinas se adaptan a las personas con movilidad reducida

La supresión de barreas arquitectónicas en las piscinas y su accesibilidad a personas con movilidad reducida es ya un hecho, a pesar de que aún no llegue a todas las instalaciones acuáticas.

8 MAY 2017 · Lectura: min.
Las piscinas se adaptan a las personas con movilidad reducida

La accesibilidad también debe llegar a todas las piscinas. No basta con instalar rampas de acceso o ascensores especiales para personas con movilidad reducida. Poder disfrutar de un buen baño en una piscina también es un derecho de aquellos que tienen limitada su movilidad física, sobre todo en las piscinas públicas, en las que, a pesar de su incorporación en algunas de ellas, aún queda mucho camino por recorrer.

De hecho, la supresión de barreras y la accesibilidad de este tipo de instalaciones suele estar regulada a nivel comunitario. No solo en aquellos casos en los que la piscina es particular, sino sobre todo en piscinas de hoteles, comunitarias o municipales, que son las que más límites presentan. De ahí que sea imprescindible realizar la adaptación de una piscina para convertirla en una instalación accesible.

¿Qué debemos tener en cuenta?

La primera cuestión a la que debemos prestar atención es al hecho de que la accesibilidad es necesaria no solo en el caso de personas que tienen dificultades para moverse libremente. También es imprescindible para facilitar su uso a personas mayores que necesitan ayuda en este tipo de instalaciones. Por tanto, cuando hablamos de accesibilidad también debemos incluirlos a ellos.

Por otro lado, existen distintos elementos que posibilitan el acceso al baño de las personas con movilidad reducida. Saber cuál elegir dependerá del presupuesto con el que contemos, de las necesidades específicas de la persona en cuestión, en el caso de piscinas particulares, y de las medidas de la piscina. En el caso de las piscinas públicas y de aquellas instaladas en centros deportivos, turísticos y de ocio, se tendrá que valorar la instalación de un mecanismo universal que suprima las barreas para que pueda ser utilizado por el mayor número de personas con problemas de movilidad posibles.

Cómo convertir nuestra piscina en un lugar accesible

Para convertir una piscina en una instalación accesible tendremos que incluir en ella una serie de elementos que eliminarán las barreras que encuentran personas con movilidad reducida. Para ello, es menester contar con los siguientes elementos:

Escaleras accesibles

Son escaleras que pueden presentar peldaños más anchos, peldaños de seguridad y una disposición anatómica que facilita su agarre y uso. Pueden ir apoyadas en la pared o en el suelo.

Las escaleras accesibles no suprimen barreras como tal, por cuanto aquellas personas sin movilidad no podrán hacer uso de ella. En cambio, si pueden ser una brillante opción para ayudar a aquellas otras que presentan problemas y que solo requieren de mayor seguridad y estabilidad para poder bañarse, personas que necesitan únicamente un apoyo y que pueden hacer uso de estas escaleras accesibles.

Grúas y elevadores o ascensores

Para aquellas personas cuya movilidad es muy reducida o nula, lo mejor es instalar elevadores o grúas. Muchas piscinas públicas y turísticas ya cuentan con ellos y, a tenor de la regulación, las piscinas comunitarias pueden solicitar la instalación de estos elementos.

Estos ascensores funcionan a través de un mecanismo hidráulico o eléctrico y permiten la bajada y subida de las personas con dificultades de movilidad. Los hay fijos, móviles y portátiles, en función de si están fijos a la piscina de manera permanente, anclados solo al suelo o no están anclados.

Como vemos, hacer accesible una piscina es posible. Con estos elementos estas personas podrán disfrutar del baño con seguridad, igual que el resto de los bañistas.

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Piscinas.com

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