El Decálogo de seguridad en la piscina para tus hijos

Aunque las piscinas forman parte de uno de los lugares de ocio que más se frecuentan durante el verano, pueden ser espacios peligrosos para los niños. Los profesionales ofrecen diez consejos para evitar accidentes este verano.

19 JUL 2013 · Lectura: min.
Es importante que los niños aprendan a nadar solos desde pequeños. (Foto: Piscinas Iguazú)

Aunque las piscinas forman parte de uno de los lugares de ocio que más se frecuentan durante el verano, en materia de seguridad pueden llegar a convertirse en espacios peligrosos para los bañistas.

Sobre todo si a este escenario de diversión se le suma la presencia de niños que, muy al margen de su alta exposición al accidente, no son todavía conscientes de los riesgos que entraña el adoptar un comportamiento incorrecto tanto dentro como fuera del agua. Ni siquiera la presencia de unos padres prevenidos y de un entorno privado y seguro son matices que puedan garantizar su seguridad.

Y las cifras no engañan: el 86% del total de ahogamientos en menores de 14 años se produce en piscinas privadas, donde los padres se sienten más seguros y olvidan por completo el tomar ciertas medidas de precaución. Además, tal y como revela la Alianza Europea para la Seguridad Infantil, más del 70% de estos ahogamientos tienen lugar en varones de 1 a 4 años. Una franja de edad tan reducida que obliga a tomar medidas de prevención para evitar este tipo de accidentes.

Concienciar a los más pequeños del peligro que puede conllevar una mala conducta y del respeto que deben presentar ante el agua es una tarea difícil pero no imposible.

Un decálogo con los principales consejos de seguridad en la piscina para los niños puede resultar uno de los mejores instrumentos para este tipo de casos:

1. Nunca te bañes sólo en la piscina

Para entrar en el agua siempre debes pedir permiso a tus papás o a cualquier otro adulto. Jamás debes meterte en la piscina sin avisar antes a alguna de las personas que te acompañan. Es muy importante que todo el grupo sepa dónde están o qué hacen sus acompañantes, ya que de esta forma es más fácil alertar en caso de accidente.

2. Báñate siempre con chaleco o manguitos

Recuérdale a tus papás que para poder nadar en la piscina con seguridad antes deben preparar tu uniforme. Los chalecos salvavidas y los manguitos, de muy diversas formas y colores, pueden ayudarte a flotar en el agua sin peligro. Es una muy buena idea para que tú y tus amigos podáis jugar a vuestro aire todo el tiempo que os apetezca.

3. No corras ni juegues en los bordillos

Existe una norma imprescindible que no debes olvidar jamás si estás en una piscina: ¡si corres te caes! Y si te resbalas y te haces daño es posible que no puedas volver a meterte en el agua durante una buena temporada. Ni los bordillos ni las escaleras ni los toboganes son lugares por los que están permitidas las prisas. Anda con cuidado por estas zonas de paso y respeta la tranquilidad de los demás bañistas.

4. Haz la digestión

Si pasas todo el día en la piscina con tu familia no olvides hacer bien la digestión después de comer. Tu barriga debe reposar para digerir bien los alimentos y coger energía, así que aprovecha para tumbarte bajo la sombra de algún árbol y descansar con una buena siesta.

5. Después de comer, entra despacio en la piscina

Cuando tus papás te digan que ya puedes volver al agua, recuerda que debes meterte en la piscina muy despacio. Nada de saltos ni de ahogadillas. Si te metes de golpe en el agua puedes sufrir un corte de digestión, por lo que es importante que vayas mojándote poco a poco para que tu cuerpo se acostumbre a la temperatura de la piscina.

6. No dejes juguetes dentro del agua

Para evitar que otros niños se lancen a la piscina sin supervisión, es importante que recojas todas tus cosas antes de salir. Debes tener en cuenta que si hay niños más pequeños a tu alrededor y tus juguetes siguen en el agua pueden tirarse a por ellos sin saber el grave peligro que corren.

7. Avisa a los mayores si un niño se hace daño

Si ves que alguno de tus compañeros o cualquier otro niño que está en la piscina se hace daño lo primero que debes hacer es llamar a un adulto. Ellos sabrán cómo ayudarlo si se ha dado un golpe, se ha hecho alguna herida o está en apuros.

8. No entres en la piscina si está cerrada

Como cualquier parque o sala de juegos, las piscinas de uso público también tienen horarios de apertura y de cierre. Debes respetar las horas de entrada y de salida, ya que meterse en el agua sin la supervisión de un adulto o de un socorrista puede ser muy peligroso. Si la piscina está cerrada, jamás debes colarte para entrar en ella.

9. Báñate en la parte menos honda

Casi todas las piscinas tienen algunas zonas más profundas que otras, así que es importante que antes de meterte en el agua localices en qué sitios haces pie. Si cuando te bañas tocas el suelo puedes jugar con mayor facilidad. Pero si te alejas de la parte menos honda, nadar y divertirse a la vez es más difícil y peligroso.

10. Aprende a nadar desde pequeño

Para estar seguro dentro de la piscina, además de seguir los consejos anteriores, es fundamental que aprendas a nadar correctamente desde bien pequeño. Pídele a tus padres o hermanos mayores que te enseñen poco a poco hasta que seas autosuficiente. O si lo prefieres apúntate a algún cursillo de natación para recibir al verano en plena forma. Al fin y al cabo, preparar bien a nuestro cuerpo es la mejor herramienta para evitar accidentes desafortunados.

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