Disfruta de la talasoterapia con la electrólisis salina
Artículo revisado por el Comité
Los centros de estética han incorporado entre sus tratamientos de belleza el uso de la talasoterapia, un método que, tanto a nivel cosméticos como terapéutico, aprovecha al máximo los beneficios que la sal aporta al organismo.
En los últimos años los centros de estética han incorporado entre sus tratamientos de belleza el uso de la talasoterapia, un método que, tanto a nivel cosméticos como terapéutico, aprovecha al máximo los beneficios que la sal aporta al organismo. Este tipo de tratamiento, que también puede disfrutarse a nivel particular instalando todo el mecanismo en la piscina de casa, se utiliza a grandes rasgos para tratar problemas osteoarticulares o dermatológicos.
¿Por qué es importante la talasoterapia?
Los beneficios que pueden obtenerse a través de la talasoterapia son múltiples, desde su aplicación en el campo médico hasta su uso en el ámbito puramente estético. Se trata de una terapia natural que aprovecha las propiedades del ecosistema marino (algas, agua, y aire) para mejorar la propia condición física del paciente. El término talasoterapia deriva del griego thalassa, que significa mar, y thérapeia, que puede traducirse como tratamiento. Ya durante esa época, tanto los griegos como los romanos eran conscientes de las excelentes propiedades que albergaba el medio marino y que, a día de hoy, configuran este particular tratamiento basado en la hidroterapia y en el uso del agua, la sal, las algas y el barro.
¿Cómo funciona la talasoterapia en una piscina?
El sistema que más se utiliza en la instalación de este singular método terapéutico es la electrólisis salina, que prevé la producción de cloro (agente desinfectante) a través del uso de la sal de cocina. Se incorpora a la pileta un dispositivo denominado celda electrolítica, en el interior de la cuál circula el agua junto al cloruro de sodio (sal marina). El agua de la piscina, ligeramente salada (4 gramos/litro), pasa a través de este aparato, que desprende un potente esterilizante bautizado bajo el nombre de hipoclorito de sodio. Para comprender tanto la mezcla como sus efectos terapéuticos, se conoce que el agua del Mar Mediterráneo presenta una salinidad de alrededor de 34 gramos por litro.
Mantenimiento del sistema de talasoterapia
Aunque este sistema no precisa de un mantenimiento específico, sí que es indispensable llevar a cabo un control permanente y exhaustivo del pH del agua, que debe estar situado alrededor del 7.4. Si en cualquier caso se comprueba que este valor varía, es necesario recurrir a correctores de acidez o de alcalinidad para volver a equilibrar los niveles.
A diferencia de lo que ocurre con el pH, el cloro es subministrado directamente por el dispositivo, por lo que no es necesario ni comprarlo ni ocuparse en este aspecto de su mantenimiento. El agua tratada a través de este método es muy saludable y en ningún caso irrita la piel, del mismo modo que tampoco provoca escozor o picor sobre los ojos.
El precio de estos aparatos puede variar según el tipo de producto, el volumen del agua a tratar o la modificación que debe realizarse en el dispositivo si no se trata de una primera instalación.
Las ventajas de la talasoterapia
Desde un punto de vista médico, la talasoterapia puede ser muy útil para paliar dolencias articulares, de artrosis o de raquitismo, además de convertirse en una gran ayuda para solventar problemas en la piel derivados de eczemas, psoriasis o dermatitis. En el ámbito estético, gracias a las sales minerales presentes en el agua, esta terapia es muy beneficiosa para mejorar la reactivación del metabolismo y la circulación sanguínea. El agua del mar configura uno de los mejores elementos naturales para combatir el envejecimiento cutáneo y la celulitis, además de ayudar a mejorar el aspecto de la piel mediante la eliminación de toxinas. A todos estos beneficios estéticos y terapéuticos puede sumarse el gran poder que presenta el mar sobre el aspecto psicológico del paciente, que gracias a los efectos relajantes de su ecosistema ayuda a mejorar las situaciones de insomnio y estrés.
En principio, no existe ninguna contraindicación evidente que impida al individuo someterse a este tipo de tratamiento. No obstante, en ocasiones puede no ser recomendable para aquellas personas que presentan enfermedades cardiovasculares o patologías en la piel. Puesto que depende de cada caso y circunstancia, la mejor opción en estos supuestos es realizar una consulta médica para verificar si dichas contraindicaciones existen.