¡Como buen agricultor!

Durante el invierno, es muy importante que hagamos un correcto mantenimiento de la piscina para que al año siguiente podamos disfrutar de la temporada de baño. 

21 NOV 2013 · Lectura: min.
¡Como buen agricultor!

Quienes viven o han vivido de cerca el mundo del campo, saben que el otoño es tiempo de “obras”: limpieza, abonado, arado, poda de árboles… De estos trabajos depende, en gran medida, el resultado de la cosecha de la próxima campaña.

Igual ocurre con las piscinas. La mayoría de las personas que las disfrutan durante el verano se desentienden de ellas una vez terminada la temporada de baño. Los más avezados colocan el cobertor de invierno, que es una excelente opción, pero poco más.

Encontramos consejos sobre los trabajos de cierre e invernaje de la piscina, y básicamente es lo que se necesita, pero también es un momento excelente para realizar otras reparaciones que, en plena campaña, resultan más complicadas y costosas, ya que los técnicos están agobiados de trabajo.

Por ejemplo, el cambio de la arena del filtro, la reparación de las pequeñas pérdidas de agua, reparar aquellas partes eléctricas que estén oxidadas, limpiar o cambiar las placas del sistema de electrólisis salina, o las lámparas del sistema ultravioleta. Algunas de ellas conllevan vaciar parte de la piscina, y ahora es menos costoso.

También podríamos aprovechar estos meses para modernizar el sistema de depuración. Por ejemplo instalando una válvula selectora automática, un regulador automático de pH (muy conveniente si disponemos de electrolisis salina), etc.

Otra intervención que podemos plantearnos, es pasar de tener el filtro, la bomba, cuadro eléctrico, etc. en un local técnico enterrado a otro de caseta elevada. Este último está lleno de ventajas, y más si tenemos algunos añitos a las espaldas. Todo estará más a mano. No tendremos que agacharnos tanto y nos resultará mucho más cómodo realizar cualquiera de las tareas habituales. Por ejemplo: la limpieza del prefiltro de la bomba o el lavado del filtro. Sin olvidarnos de la mejora que supone para todos los componentes mecánicos y eléctricos al mantenerse seco el interior de la caseta, incluso aunque tuviéramos una inundación accidental.

Así mismo será más fácil realizar la instalación de sistemas como cloradores salinos, desinfección ultravioletas o calentadores ya que se dispone de más espacio.

¡Cuántas cosas! Ciertamente el tener una piscina nos da satisfacciones y disfrute pero también conlleva algunas responsabilidades si queremos tenerla en buenas condiciones. Pero la tecnología está de nuestra parte, y hoy en día hay equipos como los citados anteriormente que harán mucho más cómodo el mantenimiento de su piscina.

Antes de terminar, me gustaría hacer hincapié en un tema muy importante: la seguridad en las piscinas. Quizás sea un buen momento para reflexionar sobre el tema y ver de qué manera podemos evitar riesgos de accidente en las mismas y sus alrededores. Podemos plantearnos el disponer de una valla homologada que impida el acceso a la piscinas de niños y mascotas. Esta medida de seguridad puede significar la diferencia entre el susto de: ¿dónde está? al disgusto de: “cómo ha podido pasar”. Pensemos que, aunque nosotros no tengamos pequeños en casa, si vienen visitas con ellos, somos responsables de su seguridad.

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