Ventajas y desventajas de las piscinas desmontables

Cuando pensamos en tener una piscina en el jardín de casa solo nos vienen a la mente los problemas que nos puede ocasionar su construcción y el elevado coste de este proceso. Pero, por fortuna, tenemos a nuestro alcance otra posibilidad: adquirir una piscina desmontable.

Las piscinas desmontables pueden ser la mejor opción para el próximo verano, frente a las tradicionales de obra. Además de evitarnos el tener que pasar por todo el incómodo proceso de construcción de las piscinas de toda la vida, también nos permite elegir tamaños y diseños que se pueden adaptar mejor a nuestras necesidades de espacio.

Además, estas piscinas desmontables nos permiten una instalación muy rápida y segura, sin problemas. Son tan fáciles de montar que las empresas comercializadoras nos las envían a casa con un manual de montaje muy detallado que nos servirá de perfecta guía para instalarlas. Este es uno de los factores por los que el precio de este tipo de piscinas es mucho más económico que el de las tradicionales de obra. Por lo tanto, tenemos las mismas prestaciones pero a un precio más barato, algo que se agradece en tiempos de crisis.

Adquirir una piscina desmontable para nuestra casa nos da la oportunidad de disfrutar de un área de baño personalizada y completamente diferente de la de nuestros amigos y vecinos. En el mercado encontraremos modelos de piscinas desmontables elevadas decoradas con imitaciones muy variadas: madera, piedra, gresite… La garantía perfecta para darle un toque muy especial a nuestro jardín.

Además de estas piscinas elevadas desmontables diseñadas para ser usadas para adultos, no podemos olvidar que también tenemos a nuestra disposición alternativas muchos más baratas y prácticas, destinadas sobre todo a los niños. Son piscinas tubulares que están construidas a base de elementos de acero anticorrosivo y con lonas de PVC, que garantizan su resistencia y durabilidad. Si te decides por una de ellas, piensa que puedes alegrar el verano de tus hijos en tu propia terraza, sin necesidad de grandes espacios ni gastos excesivos y con toda la comodidad, tanto a la hora de montar la piscina como de manipularla.

Foto: Piscinas Anamer S.L.