Seguridad infantil en las piscinas
Artículo revisado por el Comité
Los niños deben recibir una especial atención cuando están en una piscina, ya que un simple descuido basta para llevarse un buen susto.
Pocas cosas hay en esta vida que le gusten más a un niño que una piscina. Ya sea en verano o en invierno, es un elemento que triunfa totalmente entre los más pequeños y que allá donde haya una verás a un montón de niños jugando felices. Por ese motivo hay que tener un especial cuidado, ya que los ahogamientos infantiles suelen darse en un mayor porcentaje en piscinas de particulares, así que hay que tomar una serie de medidas para que se pueda prevenir un suceso que no es deseable por nadie:
- Hay que ser conscientes del peligro del agua en los niños, por mucho que haya poca profundidad o que los hagan pie cómodamente. Por ejemplo, un bebé que se tropieza en el agua necesita menos de 30 segundos para ahogarse.
- Presta mucha atención a todo lo que sucede en la piscina. Si es una comunitaria y estáis varios adultos podéis turnaros, pero nunca debe estar descuidada ya que así se podrá reaccionar cuanto antes si surge cualquier imprevisto.
- Las clases de natación reducen en gran medida el riesgo de ahogamiento ya que los niños sabrán gracias a un profesional cómo deben actuar en cada caso. Aún así, la supervisión adulta siendo imprescindible.
- Nunca se le puede dar la espalda a la piscina.
- Aunque los niños sepan nadar, es conveniente que lleven flotadores, chalecos salvavidas, manguitos o cualquier otro sistema de los que hay en el mercado. Esto debe utilizarse siempre hasta los 8 años por mucho que el niño nade divinamente.
- Es conveniente que el borde de la piscina esté vallado para minimizar el riesgo de que los niños se caigan al pasar, sobre todo si la superficie es resbaladiza, que por supuesto no debería serlo nunca.
- Las piscinas plásticas o portátiles que tan de moda están últimamente son igual de peligrosas, así que deberías vallarla igualmente.
- Todos los sistemas de drenaje y vaciado de la piscina deben estar tapados con una cubierta especial, ya que eso evitará que el niño pueda quedarse enganchado en alguno de los agujeros.
Foto: Segurbaby