Los diseños de piscinas olímpicas se hacen en 3D
Artículo revisado por el Comité
Las piscinas retoman protagonismo con motivo de los Mundiales de Natación que se celebran en Barcelona. Descubre todos las particularidades de las piscinas olímpicas.
Con motivo de los Mundiales de Natación que se celebran en Barcelona se ha construido la piscina olímpica más grande del mundo y tanto los aficionados a los deportes acuáticos como los que no lo son pueden preguntarse: ¿qué tienen de especial estas instalaciones? ¿pueden construirse en cualquier espacio? ¿requieren algún tipo de mantenimiento especial?
Medidas especiales
- El primer requisito que debe cumplir una piscina para ser considerada olímpica son las medidas mínimas establecidas por el Comité Olímpico Internacional (COI): 50 metro de largo, 25 de ancho y 2 de profundidad.
- Deben estar divididas en 10 calles que 2,5 metros de ancho cada una, como mínimo. Normalmente, las calles 0 y 9, las de los extremos, no se utilizan para evitar que los nadadores se vean afectados por el oleaje que produce el agua al chocar contra la pared.
Estas medidas permiten que se practiquen otro tipo de deportes acuáticos en ellas como el waterpolo o actividades no olímpicas como al aquagym. Es un tipo de piscina que se suele instalar en polideportivos, clubes deportivos o, incluso, en grandes hoteles, pero no en fincas particulares.
¿Cómo se construyen?
Dado el volumen de agua que soportan y el uso que se les da, los elementos que hay que tener más en cuenta cuando se construye una piscina olímpica son los materiales y el propio proceso de fabricación.
Los materiales que se emplean principalmente son el hormigón y el acero inoxidable. Este último se usa sobre todo para piscinas temporales –como en el caso de la que se ha instalado en el Palau Sant Jordi de Barcelona para los Mundiales de Natación- ya que permite que posteriormente se pueda reubicar en otros espacios.
Tal y como indican desde Myrtha Pools, firma italiana especializada en la fabricación de este tipo de instalaciones, lo importante en estos casos es realizar un buen proyecto. Por ello los diseñadores de piscina hacen proyectos empleando la tecnología 3D y se envía la información directamente a las máquinas especializadas que fabrican las piezas. “Son estructuras autoportantes que no van fijadas al pavimento por lo que la instalación no requiere soldaduras ni remates”, especifican.
Ellos, además, laminan el acero que emplean con PVC duro sin emplear ningún tipo de plastificante para aportar mayor durabilidad a la estructura y evitar que se estropee o se oxide. El galvanizado es otro procedimiento que se puede emplear precisamente para evitar la oxidación del metal, producida por la inevitable humedad de las instalaciones.
¿Requieren un mantenimiento especial?
En las piscinas de competición es fundamental disponer de unos buenos filtros que aseguren la transparencia y salubridad del agua en todo momento. Igualmente, se debe apostar por emplear el menor volumen posible de productos químicos, ya que estos pueden ser especialmente perjudiciales para los deportistas.
Por ello, se suele tratar el agua, por ejemplo, con una mezcla de ozono y bromo o empleando sistemas como la cloración salina. En ambos casos, se mantiene la neutralidad del PH natural del agua y se evitan todo tipo de irritaciones en las mucosas y los ojos.