Focos subacuáticos que revolucionan el aspecto de la piscina
Artículo revisado por el Comité
Una correcta combinación de luces y colores puede dar lugar a atmósferas del todo sugestivas, que variarán en función del número y de la tipología de las lámparas utilizadas.
En cuanto a la disposición de los faros se refiere, debe tenerse muy en cuenta el haz de luz que éstos producen dentro del agua, de tal manera que no se superpongan o resten zonas de la piscina sin iluminar. En la mayor parte de los casos, los proyectores subacuáticos suelen posicionarse a lo largo de las paredes de la pileta, aunque también pueden aprovecharse estructuras como las escaleras o las zonas dedicadas al relax. Por motivos de seguridad, los faros subacuáticos se alimentan a baja tensión, incorporando numerosas soluciones tecnológicas para recrear el ambiente más acorde a nuestro gusto.
Este tipo de iluminación constituye una de las más tradicionales, además de configurar una de las opciones más económicas en cuanto a instalación se refiere. Se encuentra disponible en varias versiones, con acabados en abs o en acero inoxidable aplicables en cualquier tipo de piscina. La media de lámparas que suelen utilizarse para garantizar una buena iluminación en una pileta de dimensiones medias pueden absorber entre 500 y 1000 vatios. El elevado consumo de energía de los faros halógenos, junto a los problemas de condensación causados por el calor que desprenden y que provocan que su línea de vida sea muy reducida, han llevado a sustituir este producto por la tecnología led.
Las ventajas que rodean a este sistema de iluminación están focalizadas tanto en términos de gasto energético como de potencia. Consumen alrededor de 50 vatios cada uno y tienen una durabilidad 5 o 6 veces superior a los faros halógenos. De dimensiones y colores diversos, este tipo de faros pueden aprovechar sistemas halógenos anteriores, utilizando los nichos ya instalados sin necesidad de ninguna modificación. El único aspecto negativo que se le puede achacar es el coste, superior al precio de los faros halógenos, aunque el desembolso inicial puede recuperarse gracias a su bajo consumo y a su durabilidad.
Los faros led de colores son la alternativa ideal a la típica iluminación blanca. Las variaciones cromáticas producidas por este tipo de faros pueden controlarse a través de un mando a distancia, que genera sobre el agua un agradable juego de colores y de efectos luminosos muy utilizados en las cromoterapias. Los sistemas de iluminación están constituidos por un receptor inalámbrico, que permite variar los colores a decenas de metros de distancia de la piscina. Se trata de una ventaja muy aplaudida por los amantes del croma, ya que el mando a distancia permite generar juegos de colores de diversa velocidad y ejecución. El coste inicial de este tipo de faros puede alcanzar los 500€ por unidad, un precio que queda amortizado por el consumo y la larga durabilidad de este tipo de productos.