Convierte tu piscina en algo más: el trampolín
Artículo revisado por el Comité
Gracias a los trampolines podremos convertir nuestra piscina en un espacio de juegos ideal para toda la familia. Solo hay que seguir unas recomendaciones para disfrutarlos con seguridad.
La piscina es el lugar perfecto para el ocio de la familia. Por eso, si le añadimos accesorios como los toboganes y los trampolines conseguiremos que nuestra piscina se convierta en algo más.
Pero no solo está relacionado con el ocio. Dependiendo del trampolín que pongamos y de nuestra piscina podremos hacer de nuestra instalación el lugar ideal para, además de jugar, practicar nuestros deportes acuáticos preferidos.
Los trampolines son estructuras empleadas para el salto. Suelen fijarse a la piedra de coronación (borde) de la piscina; el tablero desde el cual se salta sobresale quedando en paralelo sobre el agua. Dicho tablero puede ser de aluminio o de poliéster y fibra de vidrio y es antideslizante. Además, tiene que ser fácil de limpiar para evitar la acumulación de suciedad y restos que pudieran ocasionar algún tipo de accidente durante su uso.
A la hora de colocar el trampolín podemos elegir entre varias alturas. Las más comunes son 1 y 3 metros, aunque es extraño que se coloque un trampolín de más de 1 metro en una piscina doméstica. En cualquier caso, su elección irá determinada por el uso que vayamos a hacer de la piscina.
Como vemos, no vale cualquier trampolín. Por ello, para elegir el que mejor se adapta a nuestras necesidades debemos tener en cuenta una serie de elementos, como el tamaño de nuestra piscina, su profundidad, el tipo de personas que harán uso de la piscina (no es lo mismo una piscina donde jueguen, mayoritariamente niños, que exigirá un trampolín pequeño para seguridad de los bañistas, que una piscina donde se practique de manera preferente natación con adultos, que podrá disponer de uno o varios trampolines), etc.
Cómo colocar mi trampolín con seguridad
Antes de anclarlo al borde de la piscina tendremos que asegurarnos de la distancia que hay entre el trampolín y las paredes laterales, puesto que no debe estar a una distancia menor de 2,5 metros para evitar golpes durante la caída.
Igualmente, tendremos que medir cuánto sobresale de la piedra de coronación; nunca menos de 1,5 metros.
Con respecto a la altura, como hemos comentado, podemos elegir la que mejor se adapta al uso que vayamos a hacer de la piscina, pero debemos tener en cuenta que si tenemos niños o si nuestra piscina es muy normalita (es decir, que es una piscina doméstica normal y no una olímpica o deportiva), alturas superiores a 1 metro o 1,5 metros son poco recomendables.
Por último, si el tamaño y la profundidad de la piscina lo permite, porque lo que tenemos en nuestro jardín es una piscina olímpica de grandes dimensiones, podemos instalar varios trampolines a distinta altura. Eso sí, es menester que entre ellos haya una distancia de 4 m de altura y el segundo trampolín sobresalga unos 0,75 metros con respecto al tablero del trampolín inferior, y así sucesivamente. Aunque, como es lógico, no aconsejamos instalar más de un trampolín en nuestra piscina, como tampoco recomendamos que este alcance esa altura. Sin profesionales en seguridad sanitaria cerca y sin los medios técnicos necesarios, puede resultar muy peligroso.
Me parece interesante la información cuando se tiene piscina olímpica. Ahora, por favor, acuérdese del 99% de las piscinas domesticas, p.ej. profundidad mínima para la instalación del trampolín, etc, etc