¿Es perjudicial el cloro para la piel?
Artículo revisado por el Comité
Un estudio del Profesor Antonino Di Pietro, Director del Instituto Dermatológico "Vita Cutis" de Milán, ha desmontado esta tesis al afirmar que el cloro no provoca daños en la piel.
La investigación se realizó en 100 personas, con edades comprendidas entre los 14 y los 60 años, que han frecuentado la piscina al menos dos días a la semana durante tres meses. En esta muestra, el 98% ha mantenido una piel elástica, en buenas condiciones, mientras que sólo el 2% ha notado problemas de sequedad cutánea.
No es sólo que el cloro no causa problemas para la piel, sino que durante el estudio se ha constatado una pequeña mejoría de las manchas de la piel debido a la acción blanqueante del cloro.
Un elemento más natural de lo que pensamos “El cloro no es perjudicial para la piel ya que se trata de un elemento químico presente en grandes cantidades en la naturaleza, sobre todo bajo la forma de cloruro sódico, que el nombre químico que comúnmente se le da a la sal de mesa. Muchos otros alimentos lo contienen: harina de centeno, aceitunas, dátiles, trigo integral, habas, almendras, nueces, cerezas, peras, naranjas, castañas, melocotones y albaricoques. Además, el cloro representa la mayor parte de la sal presente en el mar y en el océano, cerca del 2% de la masa total del agua marina. En las piscinas se usa porque tiene propiedades desinfectantes, sobre todo para las bacterias, hongos y virus. Tomar un baño en la piscina siguiendo las normas vigentes, nos sólo no ayuda a los sistemas muscular y óseo, sino que puede ser útil para una piel sana y bella”, afirma Di Pietro.
Para evitar cualquier peligro, es recomendable darse una ducha después de bañarse en la piscina, mitigando posibles inflamaciones cutáneas. Lo importante es que la cantidad de cloro que contenga la piscina sea la indicada por el Ministerio de Sanidad.
Esta sustancia, además, sirve para mantener la higiene en el interior de la piscina por medio de su acción desinfectante y antibacteriana. “La pequeña cantidad de cloro presente en la piscina no solo es inocua, sino que tiene una acción desinfectante para la piel, previniendo la formación de infecciones por bacterias, hongos y virus. De hecho, el virus de la verruga no se encuentra en el agua de la piscina, porque no sobrevive, sino en los vestuarios y las duchas, donde se desarrolla en suelos húmedos. Para evitar el contagio, se recomienda usar siempre chanclas”, recuerda Di Pietro.