Cómo purificar el agua con musgo natural
Artículo revisado por el Comité
El agua que entra en contacto con el musgo es de una calidad mejor, ya que las bacterias actúan de una forma mucho más contenida.
Su estructura está compuesta por un sistema de capilares muy finos, que recrean el efecto de una finísima espuma que actúa como filtro.
La eficacia del musgo natural ya fue reconocida durante la época medieval, cuando se utilizaba para curar las heridas o las enfermedades de la piel y de los ojos. A día de hoy, su uso en la piscina garantiza una triple acción:
1. Una piscina cristalina y natural;
2. Reduce drásticamente los cambios de pH;
3. Reduce las oscilaciones de alcalinidad.
A estas ventajas puede sumarse la reducción de los productos químicos utilizados dentro del agua, beneficiando al mismo tiempo la salud de los bañistas. El musgo natural puede ser empleado tanto en piscinas privadas como públicas, aplicando diferentes dosis y procedimientos.
La dosis varía en función del volumen del agua de la piscina. Cuando el musgo concluye su período de usabilidad, éste deja de ser efectivo y es necesario proceder a su sustitución.
En el ámbito privado, el musgo debe ser colocado en el interior de un dosificador para productos que permita tratar la piscina. El agua que entra en contacto con el musgo es de una calidad mejor, ya que las bacterias actúan de una forma mucho más contenida. Al mismo tiempo, el musgo ayuda a estabilizar el pH y la alcalinidad y a retener los metales (calcio, magnesio, hierro), reduciendo así las incrustaciones y las manchas.
En las piscinas públicas, el musgo debe ser sustituido una vez al mes. El tratamiento del agua se produce por la propia circulación del agua.
La cantidad de musgo que se necesita debe ser calculada en función del número de personas que haya en la piscina, del tipo de actividad que se realice en la misma y de la edad de los nadadores. Pool Moss también mejora la calidad del aire, ya que reduce considerablemente la presencia de productos químicos.
Este producto disminuye tanto el consumo de agua como el de energía. Una recarga mensual adecuada para una piscina de 75 metros cúbicos cuesta alrededor de 90 € y añade siete líneas de musgo.