Razones por las que debes llevar a tu bebé a la piscina
Artículo revisado por el Comité
Para los bebés, el contacto con el agua en los primeros meses de vida significa adquirir un desarrollo rítmico, así como experimentar y mejorar la capacidad motriz y psíquica.
Para los bebés, el contacto con el agua en los primeros meses de vida significa adquirir un desarrollo rítmico, así como experimentar y mejorar la capacidad motriz y psíquica.
La aquaticidad
El agua es un elemento indispensable para la vida, sobre todo para los bebes, ya que es una fuente de aprendizaje y juego para los neonatos. La acción por la que una persona se relaciona con el agua se llama aquaticidad, y en el caso de los recién nacidos puede ayudar a estimular el crecimiento, favoreciendo el desarrollo del movimiento y de la respiración.
Existen numerosos cursos que permiten al recién bebe desarrollar esta habilidad, estableciendo una primera comunicación entre padres e hijos. Además, el contacto con el agua ayuda a los niños a disminuir el riesgo de ahogo en un futuro, ya que permite potenciar la capacidad de flotación y una mayor destreza en el agua.
Asimismo, es evidente que supone una mejora en la capacidad motriz y psíquica de los niños que presentan alguna tipo de discapacidad. La aquaticidad infantil, más allá de traer a la memoria de los neonatos su recuerdo del útero materno, ayuda a los padres a entablar un contacto íntimo con el recién llegado.
Dónde y cuándo
Se puede llevar al niño a cursos de aquaticidad infantil desde los primeros meses, cuando los padres estén preparados y la cicatrización del cordón umbilical sea completa. Al mismo tiempo, es necesario que haya un instructor especializado en este tipo de cursos. Sin embargo, no es indispensable, que los padres sepan nadar, ya que las piscinas elegidas para este tipo de actividades tienen poca profundidad. Se trata de piscinas pensadas para los más pequeños, con útiles accesorios para el aprendizaje.
Las etapas del curso de aquaticidad neonatal parten de un periodo de adaptación en el que hay un contacto entre el recién nacido y los padres, etapa que se prolonga hasta el momento en el que el bebé tiene más libertad de movimientos y pueda descubrir el mundo que le rodea. Es importante no forzarle y no meterle prisa ya que, de lo contrario, el niño puede rechazar esta nueva experiencia.
Si estás en Barcelona, puedes buscar aquellos centros habilitados para ello consultando, por ejemplo, el sitio dedicado a natación para bebés de la página web del Ayuntamiento, donde se puede buscar la piscina municipal más cercana. Se trata de intentar aplicar el método de la Doctora Giletto y organizar actividades de gimnasia acuática para los gestantes (entre el primer mes de vida y los 20 meses) y los niños (desde los 3 a los 5 años).