Los cinco beneficios de las sales minerales en la piscina

Se trata de un particular triángulo de bienestar compuesto por elementos tan beneficiosos como el magnesio, el potasio y el yodo, utilizados desde tiempos ancestrales para tales objetivos. A través del proceso de osmosis, ratificado por numerosas investigaciones, el cuerpo inmerso en una solución de tipo alcalina y magnésica absorbe todos estos minerales en su organismo.

La inmersión en aguas tratadas con las tres sales minerales (magnesio, potasio y yodo) produce múltiples beneficios:

1. Acelera los procesos de calcificación y regeneración de los tejidos, reduciendo los tiempos de curación.

2. Produce un efecto drenante sobre la piel. Las sales se posan sobre la capa más superficial de la epidermis e impiden que ésta se seque.

3. Favorece la liberación de toxinas de las capas superficiales de la piel.

4. Refuerza el sistema inmunitario.

5. Cumple una fuerte acción antiestrés.

Además de ser muy beneficiosa para la salud, esta mezcla de sales minerales garantiza una mejor desinfección del agua. El magnesio, el potasio y el yodo, en concentraciones adecuadas, pueden sustituir al cloro en las tareas de desinfección. Correctamente combinadas, estas tres sales permiten reducir de forma significativa el uso de productos químicos, normalmente empleados para el mantenimiento ordinario de la pileta.

Las proporciones y las modalidades de uso de las sales varían según el tipo de filtración y el tamaño de la piscina. Muchas empresas suministran fórmulas ya preparadas, ideales para simplificar su uso en piscinas que utilizan esterilizadores de sal, tratamientos de oxígeno o métodos biológicos.

Como alternativa a las mezclas de sales minerales propuestas por las empresas del sector, puede utilizarse un dispositivo automático que automatiza la suministración de los diversos elementos a través de un hidrogenerador. Este aparato, que funciona de forma análoga a la electrólisis salina, produce hidróxido de magnesio, una sustancia que ayuda a desintoxicar tanto la piel como el cuerpo. Gracias a este método puede producirse un cloro natural que elimina por oxidación tanto bacterias como hongos o algas que estén presentes en el agua, sin la necesidad de utilizar productos químicos altamente contaminantes.