Revestimiento de la zona de playa: ¿cuál elegir?
Artículo revisado por el Comité
La zona de playa de una piscina es aquella que rodea la construcción tras su coronamiento, haciendo que su integración con el resto del jardín sea perfecta.
Vamos a construir nuestra piscina. Ya hemos decidido la zona y el tipo de construcción que queremos. Pero ¿qué sucede con la zona de playa? ¿Qué revestimiento es el más adecuado?
La zona de playa de una piscina es aquella que rodea la construcción tras su coronamiento, haciendo que su integración con el resto del jardín sea perfecta. Para ello, en el mercado contamos con distintos materiales cuyo común denominador es que son antideslizantes. Césped, cerámica, madera o piedra. ¿Qué revestimiento elegimos? Os presentamos aquí las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
Césped
Tanto si es artificial como natural, el césped es una de las opciones más demandadas ya que además de combinar perfectamente con cualquier entorno que se precie, permite integrarlo con otros materiales, como madera o piedra. Su elección da un toque de naturalidad a nuestra piscina.
Entre las ventajas de este material debemos destacar su fácil cuidado. Además, es un material que soporta la humedad continua de la piscina, así como el cloro que desprende y el trasiego de los bañistas, que pueden caminar sobre él descalzos.
Con respecto a sus inconvenientes, es menester mencionar que es un revestimiento que necesita mantenimiento de manera continua para evitar su deterioro. Asimismo, su empleo implica una mayor limpieza del agua de la piscina, que a menudo se ve salpicada por restos de césped que se adhieren a los pies de los bañistas.
Cerámica
La cerámica es los revestimientos de la zona de playa más elegantes. Además, la gran variedad de modelos y colores hace que podamos elegir aquel que mejor se adapte a nuestro jardín. La principal ventaja de este suelo es su durabilidad. Es un pavimento sumamente resistente que aguanta la lluvia, el viento y las inclemencias de los rayos del sol, preservándose durante más tiempo. Y ello también incluye las salpicaduras del cloro del agua de la piscina.
Su principal inconveniente es su precio, que suele ser más caro que el de otros revestimientos, aunque también hay suelos cerámicos con precios muy asequibles. Otra desventaja es su porosidad, que tiene que ser baja, por lo que tendremos que elegir aquellos que reúnan estas características.
Madera
La madera aporta distinción y calidez a nuestra piscina. Si se ha tratado correctamente, suele aguantar muy bien el exceso de agua, ya que es un material que filtra muy bien la humedad.
A pesar de ello, es un revestimiento muy delicado que requiere de cuidados y tratamientos constantes para evitar que se deteriore o agriete, por lo que tendremos que tenerlo en cuenta a la hora de realizar nuestra elección.
Piedra
Finalmente, la piedra es otro de los revestimientos más usados para rodear la piscina. Podemos elegir piedra natural o artificial, dependiendo de nuestro presupuesto. La mayoría de las piedras artificiales han sido tratadas para soportar heladas y son atérmicas, es decir, que no queman los pies cuando se someten a los rayos del sol.
Su resistencia a la humedad de la piscina y su precio la convierten en una opción muy interesante. Por el contrario, la piedra natural suele dar un acabado rústico a nuestro revestimiento pero suele ser más costosa.