¿Qué trampolín va más contigo? ¡Descúbrelo!
Artículo revisado por el Comité
Existen muchos tipos de trampolines, cuya elección final puede variar según las exigencias que presente el usuario o en función del estilo con el que haya sido diseñada la piscina.
Con soportes fijos, con bases regulables de acero o incluso con tablas fabricadas a partir de fibra de vidrio y fijadas directamente sobre el pavimento. Los trampolines utilizados en las piscinas de uso privado suelen estar conformados por este tipo de listones sujetos, que además incorporan en la parte superior revestimientos de materiales antideslizantes. Desde los clásicos modelos rectangulares hasta los más rebuscados diseños dan apariencia y color a toda la gama de trampolines existente en el mercado.
Se trata de un prototipo muy particular, cuya forma se asemeja a la espalda de un delfín. La tabla puede fijarse directamente al pavimento, sin la necesidad de contar con alguna otra base de apoyo. El efecto estético que produce el estar ante un objeto de tal diseño elimina casi por completo su percepción deportiva. Este trampolín está compuesto por una tabla de fibra de vidrio antideslizante con una longitud mínima de 160 cm y una altura de 45 cm desde el nivel del suelo. Acompañado de un completo kit de anclaje, su coste puede oscilar entorno a los 800 €.
Caracterizado por la clásica tabla horizontal de fibra de vidrio, este modelo se sostiene a través de dos arcos de apoyo fabricados en acero inoxidable que elevan la base a alrededor de 40 cm del nivel del suelo. La tabla mide aproximadamente unos 240 cm de largo. El precio de este tipo de trampolín, que también incorpora el kit de anclaje, es de 700 €. Aunque el aspecto estético no figura como uno de sus puntos fuertes, su estructura permite que la tabla adquiera una amplia flexión y por este motivo constituye uno de los trampolines más indicados para aquellos bañistas que buscan rendimiento.
Se trata de un tipo de trampolín que cuenta con una base regulable y una tabla fabricada a partir fibra de vidrio. El soporte, de acero barnizado con fulcro también regulable, está fijado con bridas al pavimento. Tanto desde el punto de vista estético como desde el funcional, se trata de un modelo que evoluciona en todos los sentidos al trampolín Rana. La longitud de la tabla no supera los 240 cm y su precio oscila alrededor de los 1.100 €.
Como bien indica su nombre, este modelo está configurado por una tabla mucho más activa y amplia (60 cm), fabricada con resina de poliéster y fibra de vidrio y con hendiduras antideslizantes. La tabla está anclada a dos pasamanos que también actúan como soportes, confeccionados en acero inoxidable satinado con anclajes directos al pavimento circundante. Los pasamanos configuran un apoyo imprescindible en la ejecución del salto, por lo que convierten a este trampolín en el más seguro de todos. Su precio medio es de 1.400 €. El trampolín no precisa de ningún tipo de mantenimiento, aunque si está instalado en piscinas descubiertas es recomendable desmontarlo y guardarlo en un lugar seco durante toda la temporada invernal.
