Piscinas increíbles en lugares improbables
Artículo revisado por el Comité
Muchas ciudades europeas han utilizado el agua para recalificar sus espacios públicos y aprovechar de una forma muy original zonas que estaban abandonadas.
La elección llevada a cabo por la capital francesa se desarrolla bajo tierra y pretende reasignar una nueva función a las 11 estaciones fantasmas, de las cuales siete han sido identificadas por Kosciusko-Morizet como posibles lugares de renacimiento urbano. El proyecto, que lleva la firma del arquitecto Manal Rachdi y del urbanista Nicolas Laisnè, prevé un nuevo look para estas estaciones olvidadas, con el objetivo de transformarlas en lugares deportivos y artísticos como piscinas, gimnasios, teatros, restaurantes y discotecas.
Las incógnitas son muchas, sobre todo en relación al precio, pero tratándose de propuestas proyectuales el desafío recae sobre el trabajo que realicen los arquitectos. Las estaciones fantasma son herencia de la extensa historia del metro de Paris, que en casi tres décadas ha conseguido alcanzar las dimensiones actuales, convirtiéndose en la línea metropolitana más extensa de Europa. El estallido de la segunda guerra mundial fue la causante de que algunas de estas líneas redujeran su recorrido e incluso cerraran varias estaciones.
El barco-piscina de Berlín
La recalificación urbana berlinesa ha tomado forma con un proyecto de piscina flotante situada sobre el río Spree desde 2004.
La pileta está instalada sobre una barca de fondo plano, desarmada desde hace treinta años y utilizada en el pasado para trasportar contenedores. El casco tiene 32 metros de largo, 8,5 de ancho y 2 de profundidad. Para poder acoger a esta pileta flotante el barco ha sido vaciado y revestido de PVC, ancorado con un amarre flexible para adaptarse a los cambios en el nivel del río.
La piscina está abierta también durante el invierno, gracias a una cobertura compuesta con doble membrana de PVC traslúcido, sellada por sus extremidades y unida con perfiles de aluminio en los extremos de los arcos. Esta estructura conforma varios cojines pneumáticos independientes, hinchados con aire deshumidificado a baja presión, aislando el ambiente interno y manteniendo una temperatura constante de 25ºC.
Foto: Zingarate
La piscina danesa Kastrup Sobad es un pabellón circular de madera que se encuentra en el Mar Báltico, con líneas pulidas y acabados naturales. Creada en 2005, la espectacular instalación de madera de Kastrup Sobad rodea una pequeña piscina natural, que surge al final de una pasarela de 328 metros que la une a la costa. El muelle de madera conduce al visitante al interior de la construcción circular, que se eleva progresivamente sobre la superficie del mar y termina en un trampolín de 5 metros. El material de construcción es el Azobé, muy resistente al agua del mar.
Foto: Archithoughts