Islandia y sus piscinas son el destino de moda este invierno
Artículo revisado por el Comité
Piscinas naturales o lagos, pozas, géiseres... Islandia se ha convertido en uno de los destinos termales de moda. ¿Quieres saber por qué?
Islandia es un lugar único. Con poco más de 320 000 habitantes, la isla custodia un paraíso natural excepcional que hace posible un sinfín de rutas con las que poder disfrutar de entorno privilegiado que ofrece. Entre los atractivos turísticos más demandados tenemos que mencionar sus aguas termales, destino de moda este invierno.
En Islandia el agua es la protagonista. Lo saben bien los cientos de turistas que cada año deciden viajar a este país para admirar sus impresionantes cascadas, como la de Hundafoss o Gullfoss; sus glaciares, como el de Öræfajökull o el de Vatnajökull; su aurora boreal o sus volcanes. Y, por supuesto, sus aguas termales.
La isla está salpicada de accidentes geológicos que hacen posible el baño en sus aguas termales al aire libre. Ello es posible por el contraste que se genera entre la temperatura de la superficie y la del interior de la tierra, condicionada por el calor que emana de los volcanes. Cuando la diferencia entre ambas aguas supera los 5 °C, brotan a la superficie en forma de lagos y géiseres.
A diferencia de las fuentes termales o géiseres, las piscinas de aguas termales permiten el disfrute de calor de sus aguas, en un claro contraste con el gélido entorno que le rodea. De hecho, sus aguas son ricas en minerales, por lo que son sumamente apreciadas para tratamientos de hidroterapia —sobre todo, para tratar enfermedades de la piel como psoriasis o dermatitis atópica—, pero también se emplean para calentar viviendas y generar energía. Incluso muchos encuentros profesionales se cierran al calor de estas aguas.
El más famoso de estos spas naturales es el Blue Lagoon o lago Azul (Bláa lónið), a poco más de 40 minutos de Reikiavik, cuyas aguan reciben el calor de la planta geotérmica Svartsengi, frente a la que se encuentra.
Aunque es el más conocido, no es el único. El lago Myvatn es otro de los balnearios termales en los que podemos disfrutar de un baño relajante en unas aguas que rondan los 38 °C.
Si disponemos de poco presupuesto podemos acercarnos a Seljavallalaug, en el sur de Islandia, una de las piscinas más antiguas de la isla. O viajar a Reykjadalur, a 45 km de la capital, un lugar escondido al que se accede tras una larga caminata entre fumarolas y pozas termales. El premio: un reconfortante baño en sus aguas. El acceso a ambas piscinas es gratuito.
Por supuesto, igualmente hemos de mencionar Laugarvatn, próxima a la cascada Guillfoss. Cuatro piscinas espectaculares en las que tomar un relajante baño mientras nos deleitamos mirando al mar. Cerca de estas aguas termales se encuentran un conocido géiser de visita obligada.
Las pozas también permiten el baño. El mejor ejemplo es el de Landmannalaugar, en el Parque Natural de Fjallabak, otro de los destinos turísticos por excelencia de la isla. Estas pequeñas lagunas, localizadas en un entorno único, también son gratuitas.
Islandia es un paraíso natural que no debemos dejar pasar si somos amantes de los balnearios y las aguas termales.