Aquagym: aprovecha tu piscina para ponerte en forma
Artículo revisado por el Comité
Tradicionalmente el deporte más vinculado a las piscinas es la natación. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el conocido como aquagym o gimnasia acuática va ganando adeptos.
Disponer de una piscina propia permite disfrutar al máximo de momentos de relajación y distensión durante el baño, pero también puede resultar muy útil para mantenerse en forma. El deporte que normalmente se vincula a esta instalación es la natación, sin embargo, desde hace algunos años se está extendiendo la práctica de la gimnasia acuática o aquagym.
¿Qué es el aquagym?
Se trata de una actividad que incluye un conjunto de ejercicios con un gran efecto terapéutico que, además, ayudan a tonificar los músculos y mejoran la capacidad cardiorrespiratoria de forma progresiva. Además, el aquagym supone un riesgo prácticamente nulo de sufrir lesiones.
La principal ventaja tanto del aquagym como de sus otras variantes –aquabike, aquarunning, aquarobic, aquapilates, etc.- es que trabajan con la resistencia al agua, por lo que permite una mayor actividad y una menor fatiga, a la vez que se puede adaptar a diferentes niveles para hacerla apta a todas las edades.
¿Quién puede hacer aquagym?
El aquagym es un ejercicio que se recomienda especialmente a las personas mayores, las mujeres embarazadas, personas con sobrepeso y todas aquellas personas que requieran algún tipo de rehabilitación o no puedan realizar deportes convencionales por dolencias o lesiones musculares.
¿Por qué es fácil practicar aquagym?
No en vano, la ausencia de gravidez que se posee dentro del agua –hipogravidez- favorece que se puedan repetir los ejercicios durante más tiempo y con mayor frecuencia sin sobrecargas o tensiones de ningún tipo.
Por otra parte, la presión hidrostática –que podría en un principio suponer un inconveniente por las posibles molestias respiratorias que provoca- en realidad consigue mejorar la capacidad de ventilación pulmonar, además de propiciar una buena circulación sanguínea por todo el cuerpo.
Condiciones ideales de la piscina para practicar aquagym
Para realizar los ejercicios propios del aquagym se debe tener en cuenta que la profundidad de la piscina debe ser de entre 1,20 y 1,50 metros y que conviene que la temperatura del agua esté entre los 28 y los 31 grados centígrados para que, además del efecto tonificante, la tibieza favorezca una mayor relajación tanto física como mental.
Igualmente, se pueden emplear algunos elementos para realizar diferentes tipos de ejercicios, como mancuernas, pelotas de goma, tablas, etc., que también resultan especialmente útiles para mejorar la coordinación.
