Cómo elegir una cubierta de piscina

Ahora que llega el invierno tenemos que cuidar de nuestra piscina para que, cuando llegue el estío, se encuentre en perfectas condiciones para disfrutar del baño en familia.

Ya hemos hablado de cómo debemos preparar nuestra piscina para que pase esta fría estación de la mejor manera posible. Una de las recomendaciones que dábamos era cubrir la piscina tras realizar las tareas propias para el invernaje. Pero ¿sabes qué cubierta elegir para la piscina? ¿Cuál es mejor?

Antes que nada, tenemos que saber que hay varios tipos de cubiertas: están las construcciones que cubren toda la piscina y parte de la zona de alrededor. Son cubiertas altas o bajas (también conocidas como semialtas), según tengan una puerta de acceso o no, y pueden ser fijas o telescópicas.

Pero también las hay que solo cubren la vasa de la piscina. Estas pueden ser de madera, plástico o de lona. Estas últimas son las más habituales por su precio y por la comodidad de su uso.

Una vez que conocemos los tipos de cubiertas, antes de elegir la que más nos gusta hemos de ver cuál es la que se adapta a nuestra piscina, tanto al tipo de instalación que tenemos como al uso que queramos darle durante el invierno y a nuestra situación familiar. Porque, si en casa tenemos pequeños, es menester que valoremos qué opción impide que este, jugando, se pueda caer en el agua y tenga un accidente.

Así pues, ¿qué tenemos que tener presente a la hora de elegir la cubierta para nuestra piscina?

1. La presencia de niños. Si queremos que los pequeños puedan correr tranquilamente sin miedo a que rebasen la valla de la piscina y caigan, la mejor opción, la más segura, es colocar una cubierta telescópica o fija. De este modo, no podrán acceder a toda el área de la piscina y no habrá riesgo de que se produzca algún resbalón y caída.
2. Las medidas de la piscina. Otro requisito que determinará el tipo de cubierta a elegir es el tamaño de nuestra piscina. Si es sumamente grande, quizá será aconsejable optar por otro sistema que permita realizar un invernaje correcto. En este caso, la piscina se quedaría sin cubrir.
3. Si queremos usarla también durante el invierno. Si estamos pensando en instalar una bomba de calor en el agua para que la temperatura permita el baño durante los meses más fríos hemos de saber que no todas las cubiertas nos permitirán eso. Si colocamos una lona, por ejemplo, no podremos bañarnos siempre que queramos. En cambio, si escogemos una cubierta fija, sobre todo alta, será factible acceder a la zona de baño y darse un chapuzón siempre que nos apetezca, aunque fuera estemos bajo cero.
4. La forma de la piscina. Como el tamaño, la forma que tenga nuestra piscina también puede limitar la cubierta, pues no todas sirven para aquellas piscinas con formas raras o difíciles de cubrir. Si nuestra piscina es así, posiblemente tengamos problemas para encontrar una cubierta que se adapte a la instalación, por lo que tendremos que dejarla a la intemperie durante los meses más fríos.