Algunos de ellos son necesarios y obligatorios, pues hacen posible el baño en condiciones higiénicas aceptables, permiten el acceso a la piscina o preservan el agua limpia durante más tiempo. Otros son optativos, lo cual no quiere decir que su no tengan ninguna funcionalidad. Todo lo contrario: como veremos, presentan muchas ventajas y resultan muy interesantes si tenemos niños en casa o queremos disfrutar de la piscina también en invierno.
Entre los que son obligatorios para disfrutar de la piscina hablaremos de la bomba, el filtro, las boquillas de impulsión, los skimmers, las escaleras, las duchas, los utensilios de limpieza y mantenimiento… Por su parte, entre los accesorios que no son necesarios para bañarse en la piscina hablaremos de las luces, las bombas de calor, los toboganes, los trampolines, etc. A caballo entre ambos tenemos los accesorios relacionados con la seguridad que, si bien no resultan necesarios para disfrutar de la piscina, sí son sumamente recomendables para evitar accidentes en casa.
El material exterior para la piscina
En el exterior de la piscina hay una serie de accesorios que podemos colocar para mejorar nuestra experiencia durante el baño. En el caso de las escaleras o las duchas, su presencia es imprescindible.
EscalerasComo hemos indicado, son un elemento fundamental para la piscina, pues de su presencia o ausencia depende que la instalación sea o no accesible. Las escaleras hacen posible poder bañarse, pero, sobre todo, permite la salida de la misma. Sin este accesorio, salir del vaso de la piscina resultaría muy complejo si no contamos con una piscina cuya parte baja presente un perfil o lado escalonado.
Están fabricadas en acero inoxidable, lo que evita que el agua de la piscina y los productos químicos vertidos para su tratamiento la oxiden y deterioren. Sus peldaños son antideslizantes para impedir resbalones y caídas.
Duchas de piscinaOtro básico, puesto que ayuda a minimizar la presencia de restos de sudor y crema en el agua de la piscina. Su uso está recomendado antes de bañarse, pero también después para eliminar los restos de cloro sobre la piel y reducir las posibilidades de irritación.
Normalmente suelen estar fabricadas en acero inoxidable, pero las encontramos también en aluminio y en PVC, materiales que ofrecen la posibilidad de adquirirlas en diversos colores para adaptarlas mejor a la piscina y al entorno del jardín. Podemos encontrarlas solo con el rociador o comprar una ducha con grifo también para los pies, con termostato para regular la temperatura e incluso solar.
Toboganes piscinasSi tenemos niños en casa, instalar un tobogán puede ser un complemento perfecto para los juegos acuáticos veraniegos. Podemos elegir entre un tobogán fijo y uno desmontable e hinchable. La diferencia entre uno u otro estriba en que el primero se ancla al suelo y se queda allí todo el año. Exige realizar una obra para instalarlo y no se pueden desmontar salvo que sea por unos profesionales. En cambio, los desmontables suelen estar fabricados en el mismo material que las colchonetas. Además de que su precio es más económico que el fijo, su colocación no exige ningún tipo de obra, ni tampoco su desmontaje. De hecho, puede ser el propio usuario el que lo instala al comienzo del verano y lo desmonta cuando finaliza la temporada de baño.
Los fijos suelen estar fabricados en resina de poliéster.
Además del material, podemos escoger dónde queremos que acabe el tobogán: en la propia piscina, es decir, dentro del agua, o fuera de ella, esto es, en el suelo que rodea el vaso. En función de lo que queramos y del espacio del que dispongamos, podemos elegir aquel que mejor se adapte a nuestros deseos.
TrampolinesOtro clásico en las piscinas, aunque su instalación suele estar asociado al deporte y la natación. Es, por tanto, habitual verlos en piscinas construidas con fines deportivos.
Un trampolín es una estructura compuesta por un tablero de poliéster, fibra de vidrio o aluminio, que se coloca en paralelo al suelo y se ancla a la piedra de coronación del borde del vaso. Sirve para saltar y puede colocarse a distinta altura. Normalmente, suelen instalarse a una distancia que oscila entre 1 y 3 metros del suelo por motivos de seguridad, pero todo depende del uso que vayamos a darle, de la profundidad de la piscina y de las personas que vayan disfrutar de él. Eso sí, no se recomienda una distancia inferior a un metro.
Son antideslizantes y, como los toboganes, los materiales con los que se fabrica favorece su limpieza y desinfección.
La iluminación de la piscina
La iluminación de la piscina es un accesorio que hace posible disfrutar de la instalación también de noche. Además de iluminar, con los distintos sistemas que hay se puede personalizar la piscina y crear un ambiente único, agradable y especial en todo el jardín.
Las más habituales son las luces led, pero también hablaremos de los focos halógenos. Antes de decidir cuál de las dos opciones nos interesa más, es menester pensar si queremos que desprenda una luz blanca o de color, y si las queremos con modulador incorporado (que hace que cada luz sea independiente, lo que es muy útil si se funde una luz, ya que no afecta a todo el conjunto) o no.
Luces LEDLos focos led constituyen el mejor modo de iluminar la piscina sin que ello suponga un gasto considerable en luz. Normalmente, se trata de luces acuáticas o subacuáticas que se colocan en la pared interior de la piscina. Los hay empotrados, que requieren de una instalación previa y que, según sea la piscina, pueden ser planos, si es de hormigón, o con nicho. También los hay mini para pequeñas piscinas o instalaciones acuáticas relacionadas con la salud y el bienestar.
Además de los empotrados, también podemos encontrar focos led de superficie, que no requieren una instalación previa, pues se conectan a un transformador externo.
Para que la iluminación sea acertada, los expertos aconsejan colocar un foco cada 20 metros. Así no queda ni excesivamente iluminada ni oscura. Con respecto a la superficie, suelen colocarse a 70 centímetros del borde.
Luces LED flotantesSi no queremos realizar ningún tipo de instalación y no deseamos ver cables por fuera de la piscina, podemos recurrir a las luces led flotantes. Llevan una batería que es la que permite que den luz, sin cables y sin gastar energía eléctrica. Son, además de inalámbricas, recargables y se quedan flotando por la superficie de la piscina. Cuando las baterías se agotan, pueden sustituirse con facilidad por otras. Obviamente, la iluminación que proporcionan estas baterías es menor que la que emiten los focos led que se empotran en las paredes del vaso.
Luces halógenasLos focos halógenos constituyen, posiblemente, el sistema de iluminación más usado, aunque cada vez este va siendo sustituido por las luces led por el ahorro energético que suponen. Como los focos de led sumergibles, los halógenos deben estar conectados al sistema eléctrico, lo que significa que conlleva una preinstalación o instalación previa. Como las luces led, podemos instalarlas dentro del agua, sumergidas en la piscina, o fuera, alrededor de la misma.
La calefacción
Instalar un sistema de calefacción en la piscina hace posible bañarse en ella aun en los meses de más frío, aunque los profesionales en climatización de piscinas no recomiendan hacer uso de esta instalación si el clima es extremo o hace mucho frío debido al enorme gasto energético que supone mantener el agua caliente en esas circunstancias. Por tanto, en regiones donde los inviernos son suaves, contar con un sistema de calefacción es la solución perfecta para aprovechar la piscina todo el año.
Bombas de calorLas bombas de calor aprovechan la energía del aire, de la que absorben el calor para pasárselo al agua, calentándola. Se instala en el circuito del agua y calienta el agua que procede de la depuradora, esto es, el agua ya limpia y filtrada. Funciona con energía eléctrica, pero no supone un gasto excesivo de luz. Por esa razón es un accesorio muy útil y más económico que otras instalaciones para alargar la temporada de piscina. Se puede programar para que comience a calentar el agua cuando queramos o bien que la mantenga a una temperatura estable.
Calentador eléctricoSe trata de un método rápido para calentar el agua de la piscina. También se coloca en el propio sistema de filtración y no requiere de profesionales para su instalación, pues es bastante sencilla. Se conectan a un calefactor eléctrico, que es el que calienta el agua. Por tanto, su funcionamiento es bastante similar al de un calentador eléctrico para la ducha.
Intercambiador de calorEs un accesorio que depende de una fuerte de calor externa para calentar el agua de la piscina. Dicha fuente de calor suele ser una caldera (ya sea de gas, ya sea eléctrica), aunque también puede conectarse a paneles solares si disponemos de esta instalación para el agua caliente sanitaria.
Funciona con dos circuitos: uno por donde circula el agua, ya caliente, que procede de la caldera y que va a la piscina, y otro por donde discurre el agua fría de la piscina hacia la caldera. Debe, por tanto, estar conectado tanto al sistema de filtración, es decir, a la bomba de la piscina, como al sistema de calefacción de la casa, que será el que caliente el agua.
Discos solaresSi buscamos un sistema respetuoso con el medio ambiente y que emplee energías renovables para la climatización de la piscina, y ello sin realizar ningún tipo de instalación, podemos recurrir a los discos solares. Estos no son más que discos circulares de vinilo que flotan en el agua y que absorben el calor del sol para mantener el agua caliente. Además, una vez esté caliente, preservan el calor durante la noche, porque aíslan el vaso y retienen el aire.
Los discos solares son la opción más económica, cómoda y fácil para disfrutar del agua caliente en la piscina. Se adaptan a cualquier tipo de piscina, incluso a las desmontables, y son muy fáciles de colocar, ya que van unidos con imanes.
Las protecciones para el calor y el frío
Proteger la piscina es el mejor modo de evitar que el agua se ensucie con restos de hojas, insectos y polvo. Además, si tenemos instalado un sistema de climatización, conserva la temperatura del agua durante más tiempo. Por último, si tenemos piscina de obra o prefabricada, es la mejor solución para preservar la piscina durante el invierno y para aislarla del frío, la lluvia, el viento y las bajas temperaturas.
Hay varios tipos de cubiertas: las bajas, las motorizadas y las residenciales. Vamos a hablar de ellas más detenidamente.
Cubiertas bajasLas cubiertas bajas suelen cubrir no solo el espacio del vaso de la piscina, sino también el borde de la misma, e incluso un poco más de la superficie que rodea la instalación. Debido a su tamaño, visualmente no suponen un gran impacto, por lo que protegen el agua sin impedir ver el resto del jardín ni entorpecer el paso de la luz en el interior de la casa. Es, por ello, la solución ideal para aquellos jardines que no son excesivamente grandes. Los módulos que componen la cubierta suelen moverse con facilidad gracias al sistema de desplazamiento. La mayoría cuenta con una puerta para acceder dentro de la piscina cuando la cubierta está puerta. Así podremos bañarnos durante los meses de invierno.
Cubiertas motorizadasSon, como su propio nombre indica, cubiertas que disponen de un sistema motorizado con ruedas motrices que facilita tu apertura y cierre. Es propia de las cubiertas medias, pero también de las bajas.
Cubiertas residencialesLas cubiertas residenciales son cubiertas altas, fijas que no solo cubren la piscina, esto es, el vaso y el borde, sino una parte importante de los alrededores de la misma, hasta crear un espacio climatizado que hace posible disfrutar de la piscina de forma cómoda todo el año. Visualmente, son muy destacadas, por eso se aconsejan en grandes jardines. En su interior se pueden colocar sillas y una mesa, tumbonas, etc.
Los sistemas de seguridad
Instalar un sistema de seguridad evitará que se puedan producir accidentes, sobre todo, si tenemos niños en casa. Aunque no estemos usando la piscina porque no sea verano, podremos salir y disfrutar del jardín sin riesgo de caídas o ahogamientos.
Para que el jardín sea un espacio seguro y nadie pueda acceder al entorno de la piscina sin vigilancia, podemos usar varios recursos: colocar unas vallas, cubrir la piscina con una lona o instalar un sistema de alarma.
Vallas de piscinas
Colocar una valla es, posiblemente, el sistema más habitual, así como el más económico. Las vallas pueden ser de distintos materiales, como resina, madera, aluminio… según elijamos un material u otro, la conservación de la misma y su limpieza serán diferentes.
A la hora de instalar una valla perimetral en la piscina debemos tener en cuenta que la altura de esta debe ser tal que impida el acceso a los niños para que estos no puedan saltarla o escalarla. La solución más aconsejable es complementar la seguridad de la valla con otro sistema, como una lona o una alarma, por si algún menor rebasa el cerramiento y accede a la piscina sin permiso.
Por último, no debemos olvidarnos de que la puerta de acceso debe poder cerrarse de manera segura, ya sea con un cerramiento manual, ya sea con un código electrónico.
Lonas para piscinas
Las lonas cubren la piscina, por lo que, si un menor rebasa la valla, este no podrá caerse dentro del agua. Así pues, además de preservar la piscina en invierno y mantenerla limpia durante más tiempo, ayuda a prevenir accidentes.
Como hemos comentado, lo ideal es que se coloque una lona junto a una valla perimetral, para reforzar la seguridad de la piscina.
Alarmas
Los sistemas de alarma son, sin duda, los mecanismos de seguridad más avanzados. En el mercado se pueden encontrar de varios tipos:
Alarmas perimétricas o perimetrales
Nos avisan cuando se ha traspasado el límite que hayamos establecido (la valla, la zona destinada a las tumbonas…) y nos informan con una señal acústica de que se ha rebasado dicho límite de seguridad. Funcionan con sensores infrarrojos, que crean una especie de barrera en los alrededores de la piscina.
Alarmas flotantes o que se ajustan al borde
A diferencia de los sistemas de alarma perimetrales, estas avisan cuando se ha caído algo o alguien al agua. Se colocan, por tanto, en el agua y solo suenan cuando detectan movimiento en ella, porque funcionan con microsensores de ondas que se activan con el movimiento Suelen conectarse cuando la piscina ya se encuentra vacía.
Alarmas de pulsera o tobillera
Como las flotantes, avisan cuando la persona que lleva la pulsera o la tobillera se ha metido en la piscina, pues se activan con el agua. Pueden ser una opción muy interesante, aunque es preferible que se complemente con otros sistemas, como vallas o lonas, por ejemplo.
Alarmas en la puerta de acceso a la piscina
Este sistema de seguridad se coloca en la puerta de acceso a la piscina, ya sea en la del cerramiento residencia, ya sea en la de la valla perimetral que protege la instalación. Se trata de un cuadro de mando que se activa con un código y que emite una señal acústica cuando se introduce uno erróneo o se fuerza el acceso.
Los accesorios de limpieza
Ya hemos hablado de ellos en varias ocasiones. Resultan imprescindibles para mantener el agua y las superficies de la piscina limpias. Son herramientas que usaremos diariamente y que complementan las labores necesarias para llevar a cabo el correcto mantenimiento de la piscina.
RecogehojasSon accesorios que constan de un mango telescópico y una cestilla de malla, por lo que es muy útil no solo para recoger las hojas caídas de los árboles, sino para eliminar los insectos y demás restos de suciedad que hay en el agua. Los hay para recoger las partículas presentes solo en la superficie del agua y los que permiten llegar al fondo de la piscina.
LimpiafondosSe trata de un aparato que limpia tanto el fondo de la piscina como las paredes del vaso. A diferencia del recogehojas, absorbe las partículas de menor tamaño, que son las que escapan a la red de la malla. La mayoría de ellos tienen cepillos que ayuda a eliminar los restos que se quedan adheridos a estas superficies. En las tiendas especializadas podemos encontrar limpiafondos manuales y automáticos. Los primeros están conectados a la red eléctrica, aunque también los hay que funcionan con baterías recargables.
Por su parte, los automáticos pueden programarse para que limpien cuando queramos, incluso de noche. Por tanto, facilitan las tareas de limpieza.
CepillosLos cepillos suelen emplearse para retirar las incrustaciones y restos de suciedad que no se han podido eliminar con el limpiafondos. Se usan para hacer limpiezas en profundidad de la piscina, bien porque la hayamos vaciado, bien porque vamos a realizar la invernación o la puesta a punto para la temporada del baño.
Hay cepillos solo para las paredes y cepillos para el fondo. También podemos adquirir unos para limpiar las esquinas y demás espacios de difícil acceso de la piscina.
El sistema de filtrado del agua
Para poder disfrutar de un agua limpia y transparente, la piscina debe contar con un sistema de filtrado eficaz de eliminar las impurezas del agua. Este consta de los siguientes elementos:
Bomba
La bomba de piscina es la instalación que lleva el agua desde los skimmers hasta el filtro para que se limpie. Una vez filtrada, la devuelve a la piscina por medio de las boquillas de impulsión. Podemos encontrar distintos tipos de bombas. Las más frecuentes suelen ser las bombas aspirantes centrífugas, que succionan el agua y la bombean para que vaya al filtro, y las de velocidad variable, que puede adecuarse a las necesidades de cada piscina. Por esta razón, la bomba es, posiblemente, el elemento más importante del sistema de depuración o filtrado, pues sin el motor no se puede proceder a realizar una correcta limpieza del agua.
Filtros
Junto a la bomba, los filtros son otro de los elementos indispensables de cualquier piscina. Podemos elegir entre distintos tipos de filtros, a saber:
Filtros de arena
Son, posiblemente, los filtros más usados. Están compuesto por arena de sílice y retienen partículas con un tamaño inferior a 20 micras. La arena debe lavarse a contracorriente cada quince días para eliminar los restos de suciedad que se han quedado allí.
La duración de los filtros de arena dependerá del uso que hagamos de la piscina y del mantenimiento. Normalmente, suelen durar unos cinco años, período tras el cual habrá que cambiarlos, pero si usamos la piscina todo el año es posible que haya que sustituirlos antes.
Filtros de cartucho
Estos filtros están formados por un cilindro hueco que retiene las partículas de suciedad del agua. Esta atraviesa el cartucho, por lo que los restos se quedan en el interior del mismo.
Filtros de diatomeas
Según muchos expertos, constituyen los mejores sistemas de filtrado debido a su alta capacidad de retención, pues filtran hasta los restos microscópicos de suciedad. Son más caros que los de arena, pero su vida útil es mayor. Se recomienda elegir este tipo de filtros en piscinas con gran volumen de usuarios o en instalaciones que se usen durante todo el año.
Sumidero o skimmer
Por medio de los sumideros, el agua es succionada por la bomba para que se mueva hacia el sistema de filtración, pero los skimmers también impiden que las hojas y los insectos, por ejemplo, acaben en el fondo de la piscina, pues se quedan aquí, concretamente en el cestillo que contienen en su interior. De este modo, evitan que caiga más suciedad al agua y que el filtro se atasque.
Boquillas de impulsión
Por último, hemos de hablar de las boquillas de impulsión. Estas son las encargadas de que el agua que ya ha pasado por el sistema de filtrado regrese limpia al vaso de la piscina. Pero, además, ayudan a la circulación del agua, por lo que evitan que esta se quede estancada o que la suciedad se acumule en una zona determinada. Tanto el tamaño come el número de boquillas que tiene cada piscina dependerá del tamaño de esta y de la bomba que tengamos en casa.
Las boquillas de succión suelen colocarse frente a los skimmers. De este modo, se favorece el correcto filtrado del agua de la piscina.
Escrito por
Piscinas.com
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